viernes, 5 de junio de 2009

¿Es endogámica la Universidad Nacional de Ingeniería?

Antes de iniciar mis comentarios acerca del tema que propongo, me permito compartir el significado de la palabra “endogamia” de acuerdo al Diccionario Larousse. Endogamia: cruzamiento entre individuos de la misma raza o comunidad. Sin hacer uso literal de la anterior definición y derivándola hacia el entorno general del aspecto netamente académico de la UNI, propongo validar el adjetivo “endogámica” mediante una serie de observaciones, interrogaciones y exposiciones que a continuación presentaré. Estoy convencido que cualquier institución, sea cuál sea su perfil, se debe y se desarrollará a partir de la medición de algunos parámetros cuantificables, como podrían ser (entre otros): el grado de intercambio de experiencias con otras instituciones necesariamente homólogas (a nivel, primeramente nacional, y seguidamente, a nivel internacional); la evaluación imparcial (pensada a ser programática y pragmática, es decir, desarropada de cualquier paternalismo) de sus recursos humanos, es decir, de sus capacidades, del estudio de sus limitaciones y en base a esto, de la adecuación de un plan de desarrollo consecuente con los intereses inmediatos de la institución en cuestión; de su ubicación en el entorno, ahora, globalizado, etc. En la escala propuesta por diferentes organismos (sobre todo internacionales y que miden el desempeño de las instituciones, en este caso de educación superior), se debe tener un valor específico. Sabemos cuál es el de la UNI? Ahora, enfocando la exposición precisamente en la UNI, la primer pregunta que propongo a responder es: Cuál es el lugar que la UNI tiene en su entorno inmediato y cuál es éste? Ya no en el escenario internacional. Hay cifras estadísticas en cuanto a promoción por carreras, deserción estudiantil, matrícula, cursos, etc., pero, ¿contra que se abaten éstas? Es decir, contra que datos se hacen las comparaciones. Contra otras instituciones nacionales que posiblemente oferten las mismas carreras, cursos, postgrados, etc., que oferta la UNI y presentan posiblemente similares tendencias con las mismas estadísticas? Y cuales han sido las conclusiones de éstos análisis? Otra cosa, tendrán éstas instituciones las mismas condiciones en cuánto a infraestructura que tiene la UNI? Tendrán éstas instituciones la experiencia (vinculada estrictamente al propio entorno, por desgracia) de los cuadros académicos de la UNI? La UNI ha recibido a lo largo de estos años muchas donaciones de equipos y se han implementado muchos otros equipos para sus laboratorios (estos últimos, por trabajos de tesis para obtener la licenciatura, por aspectos netamente de investigación, etc.,). Los académicos han recibido un sinnúmero de talleres de capacitación, cursos de especialización, algunos con mejores posibilidades (in a random sense) grados de postgrado (maestrías, doctorados), que básicamente son formativos y están enrumbados a capacitar al académico en la investigación científica. Esto hace pensar, que probablemente se tienen las herramientas adecuadas para lograr mejores avances en las áreas de interés (que es a fin de cuentas, la formación con una alta calidad de los recursos humanos). Esto probablemente no ha sucedido con las universidades que “compiten” con la UNI (este comentario, aclaro, no es de ningún modo peyorativo), por tener éstas un carácter, en la mayoría de los casos, privado, y por ende, sus laboratorios (de tenerlos) no son proporcionalmente comparables con los de la UNI (y esto, debido a muchos aspectos, que dejaré de lado intencionalmente). Me atreveré a afirmar que la UNI tiene, en medio de todas las carencias que se nos puedan ocurrir, las mejores condiciones a nivel de formación de sus cuadros académicos y de laboratorio para una adecuada preparación de los recursos humanos que forma. Por lo tanto, es “significativa” la comparación? Probablemente no. A pesar de las muchas justificaciones que se puedan antojar, la UNI tiene las condiciones “propicias” para destacar sobre sus más cercanos competidores, lo cuál, ha sido febrilmente publicitado, lo que a la vez, desde mi punto de vista, no ha conducido necesariamente a destacar ningún avance sustancial. Porqué? Sencillamente porque éstas comparaciones las hacemos, a sabiendas que, el grado de respuesta de las otras instituciones en este sentido no es necesariamente comparable (dadas las asimetrías). Entonces, estamos cometiendo el error de compararnos con nuestros propios registros de datos que nos indican tabularmente nuestro propio avance. Es decir, lo que hacíamos antes y lo que hacemos ahora (sea cualitativamente bueno o malo, depende del criterio). Una comparación endogámica, a fin de cuentas.

En el plano de la vinculación internacional, yo, como académico, no tengo la información en cuanto a los acuerdos, colaboración, líneas de acción que las autoridades han convenido. El conocimiento de ellos me ayudarían a plantear un esbozo, una imagen aterrizada del desempeño institucional de la UNI y su aportación a aspectos tan fundamentales para el desarrollo de Nicaragua como son: el avance científico, el aporte tecnológico y científico a la industria, el desarrollo de microempresas, el fomento para la implementación de tecnologías novedosas para la creación de nuevas fuentes de trabajo, etc. Yo creo que todos comulgamos con la premisa que sobre la sinergia de las instituciones de educación superior de una nación, descansa el desarrollo de su sociedad. Por lo tanto, es obligación dar a conocer los logros en estos tópicos. Cabe la posibilidad que a lo interno de la UNI, en su particular mecánica de difusión, toda esta información este, nada más y nada menos que retro-alimentándose. O sea, un particular transporte endogámico. Una mera hipótesis.

El que yo no maneje esta información, no implica que todas éstas acciones no se estén llevando a cabo. Aclaro. Lo que pretendo puntualizar es que sencillamente las desconozco. Si las hay, pues desgraciadamente no las conozco por algunas de las siguientes razones, entre las cuáles pueden destacar: 1.- mi dilatada lejanía del terruño (vivo en México desde hace 5 años), pero aclarando no militar en una posición de total apatía hacia lo que acontece en la Alma Mater; 2.- posiblemente no es información pertinente a la ciudadanía (¿?) y no se difunde, lo cuál, es visceralmente discutible; por lo cual, habría que emplazar a un debate en torno a esto. 3.- las estructuras de información de la UNI no están llevando a cabo de manera eficiente la tarea de vincular a la sociedad civil con sus avances en estos tópicos (lo cuál no sería responsabilidad plena de nuestros comunicadores, sino más bien, de nuestras autoridades académicas, que a fin de cuentas son los líderes y responsables de todas las acciones enumeradas con anterioridad) ó 4.- posiblemente todas las anteriores son inválidas por el simple hecho de que no se está haciendo absolutamente nada en este sentido. Tan sencillo como eso. Pero también es algo que no creo sea así. Una posición ambivalente? Estoy seguro no ser el indiscutible culpable por esgrimir esta posición. En todo caso, sería debido a la falta de información disponible, no creen ustedes?

Pero afirmo con convicción que no todo es endogámico en la UNI, por lo que con seguridad no seré sujeto de excomunión por parte de mis colegas más críticos, candidatos proclives algunos a un trillado cuasi-radicalismo. De existir lo cuáles, aún. Cosa que me resistiré a creer. Acompaño lo anterior con una pequeña sonrisa cómplice y mundana, para mis adentros, por supuesto. Y que servirá a la vez, como un elemento de juicio al lector, para dimensionar la validez de mi propuesta en cuánto a que sí la UNI es endogámica. Soy testigo de un convenio y del borrador de otro. Participé activamente, por lo que puedo dar fe de ello. Acción abortiva a ese mal congénito que lacera con un grado de efectividad incuantificable a nuestra salud institucional: la endogamia. Un convenio firmado desde hace un par de años con el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y una carta de intenciones con el Instituto Tecnológico de Saltillo (ITS), ambas instituciones de mucho prestigio en la República Mexicana. Con el CINVESTAV-IPN se han llevado a cabo acciones muy concretas en el área de investigación científica y en las cuales se han involucrado más de un académico de la UNI. En una reciente visita efectuada por autoridades académicas de la UNI a este noreste mexicano, de extremos climáticos sorprendentes, y que fue el escenario para el intercambio de experiencias e ideas entre los participantes, se parió un posible convenio de colaboración entre el ITS y la UNI. El resultado de la gestión fue exitosa. Y tan “successful” fue esta incursión en tierras mexicanas, que dentro del marco del próximo Congreso Internacional “Desarrollo Productivo y Tecnológico de Centroamérica... Mito o Realidad? que organiza la Facultad de Tecnología de la Industria (FTI) se tendrá la participación de científicos del CINVESTAV-IPN con grado de Conferencistas Internacionales. Participarán de igual manera, investigadores del ITS. Por otro lado, no todas son buenas noticias únicamente para el desarrollo de la UNI. Propondremos desde la UNI el desarrollo de microempresas. Pero ese es tema de otra exposición. Qué quede nomás el gusanito de la curiosidad. Un gusanito muy comedido y jovial, pues lleva sobre sus contoneantes movimientos muchas posibilidades para nuestros pequeños y medianos empresarios.

Dr. Juan Espinoza Cuadra

2003
México.

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