viernes, 5 de junio de 2009

De ajedreces y volados en la UNI-Nicaragua


En mi reciente visita a Nicaragua, dentro del marco del Congreso Latinoamericano de Estudiantes de Ingeniería Mecánica y Metalurgia (CLEIM’04), tuve la oportunidad de intercambiar ideas con algunos amigos, compañeros de trabajo, conocidos, entre académicos, profesores y trabajadores, todos pertenecientes a la UNI. Al inicio de casi todas las charlas pude evidenciar un comentario común: el próximo año es eleccionario!!.

Una vez, ya de regreso en México, extraje de mi memoria, los puntos más importantes de cada charla y concluí que el proceso eleccionario ya había iniciado. Así de simple. El ambiente donde los primeros movimientos se están llevando a cabo, invita a protagonistas y espectadores a asumir una postura, a debatir a solas o en grupo, respecto a la identificación, vaya, a la tarea de desvelar, de descubrir la importancia que reviste para las personas o los grupos, asumir el liderazgo de las diferentes instancias que conforman la UNI. Pero esa es una labor compleja, la de despejar esa interrogante, más bien, es un fenómeno tortuoso para identificar con exactitud.... la referida importancia. Mejor plantear la siguiente propuesta: Continuidad de un proyecto o asunción de un nuevo?, y otra, quién o quienes lo continúan y quién o quienes enarbolan la bandera de un nuevo liderazgo?. Sea como fuere, de forma general, lo importante para los que emiten su voto, es que el proyecto de desarrollo que presenten, sea claro y con objetivos muy bien planteados y sobre todo, ejecutable.

Pero hasta aquí, el razonamiento no tiene nada de nuevo, pues a la postre, todos terminamos concluyendo en lo mismo: claridad, síntesis y ejecutabilidad de las propuestas para el programa de Gobierno de la UNI. Luego, la comunidad decidirá..... pero, no es tan simple, lastimosamente.

Déjenme presentar unas ideas, un poco en orden, pero tomadas al azar, que no están ni tan en desorden, para luego, sin ánimo de postergar, pueda concluir. En primer lugar, la UNI es a todas luces, una institución que semeja mucho un Instituto Tecnológico, con una tendencia progresiva hacia alcanzar la excelencia académica, como es el caso de instituciones mayores en edad y desarrollo como el Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México o el Massachussets Institute of Technology (MIT) de los Estados Unidos de Norteamérica. Albergó la esperanza de lo que he escrito en líneas anteriores.

La Ciencia y la Tecnología es uno de los rasgos distintivos, esenciales, intrínsecos de la personalidad de la UNI. No por ser uno más, es el menos importante. La labor de formación de recursos humanos en las diferentes disciplinas de la ingeniería y la arquitectura, es solo una de las tareas que nos ha encomendado la sociedad nicaragüense, puesto que estos cuadros ya formados, deben servir a la Patria. En teoría, por lo menos lo creemos.

Por otra parte, la investigación científica tiene muchos rostros y muchos roles importantes que jugar a lo interno de la UNI y hacia la sociedad nicaragüense. Pero esta labor dista mucho de ser una disciplina entre muros. Lamentablemente. En el peor de los casos es un slogan, en el mejor, un reto que nos hemos propuesto asumir y enfrentar. A la fecha tenemos muchos investigadores, con grados de maestría en ciencias y con grados de doctorado en ciencias, pero, la investigación científica llevada a cabo en las instituciones de educación superior tiene y debe estar fundamentada sobre un apoyo gubernamental y empresarial, de obligado carácter económico, pero al no existir tal apoyo, muchos de nuestros investigadores, preparados por años en instituciones extranjeras, ven limita su participación, su aporte al desarrollo integral de la UNI, su valiosa contribución al desarrollo de Nicaragua e irremediablemente el intento sucumbe ante la fría realidad: subsistir.

En este entorno, a grandes rasgos, se mueven los grupos políticos dentro de la UNI. Pero la pregunta que se antoja es: Cuál es el propósito de afianzarse en la cúpula de dirección de una institución como la UNI? Podemos enumerar muchos, desde los más descabellados objetivos hasta los más coherentes, dado el perfil de la institución. En una situación de desconcierto, de anarquía, surgida desde el Gobierno de la República, las instituciones son víctimas de este mismo caos y en el caos..... gobierna la incertidumbre. Ese es el sabor que se tiene: incertidumbre. Hay una falta de credibilidad en las instituciones, en los órganos de gobierno y en las personas. Lastimosamente en Nicaragua no hay liderazgo. Se percibe que los políticos son una pacotilla de holgazanes que viven del presupuesto, es decir, entre otros ingresos, de los impuestos pagados por cada nicaragüense. A esto se añade la creciente sospecha que los políticos-universitarios son una extensión de lo mismo. Por años hemos venido escuchando el mismo estribillo en período de elecciones: desarrollo coherente institucional, vinculación con la sociedad civil, servicio a la Patria, gestión responsable de las relaciones Universidad-Industria, Universidad-Gobierno de la República, Universidad-Gobierno Municipal, solución a los problemas que aquejan a la sociedad, etc,. Pero siempre, lo que se recibe al final de cada período es el incumplimiento. Y luego, otra vez de lo mismo.

En necesario diferenciar a los politicastros de los políticos-universitarios. Un político-universitario, es necesario para mí, definir esta distinción, es o son aquellos hombres y mujeres, académicos, profesores, trabajadores, comprometidos con la organización y el gobierno de los asuntos públicos, relativos a la Universidad. En estos hombres y mujeres debe privar la sensatez, el buen juicio, la prudencia, la educación, la cortesía, la urbanidad; deben ser los ejecutores de los intereses o asuntos que nos competen a todos como comunidad universitaria. De éstos queremos a montones en nuestra institución. Pero.... muchas veces nos da la impresión que estamos ante el otro tipo, el de los politicastros, personajes empecinados en dedicarse a la política universitaria con el único afán de aprovecharse de la organización y el gobierno universitario para intereses que distan mucho de los intereses comunes a todos. En México utilizamos mucho la figura: Hacerle política a alquien, y esto es, críticar, hablar mal; hacer jugarretas mal intencionadas, jugarle malas pasadas a alguien o a muchos. Temo esta práctica este arraigada en los vaivenes políticos de la UNI. Tengo algún grado de esperanza en estar equivocado.

Parece ya transitan algunos “calefactos” metiéndole calor al ambiente pre-electoral. Si éstos ya están moviendo las piezas del ajedrez electorero, solamente resta aguardar que lo hagan por y en beneficio de los intereses como comunidad y sea para la buena andanza de la institución. Por otro lado, los muchos o los otros, aguardan de qué lado cae la moneda, estocásticamente pasivos, sin ánimo de compromisos, ya sea por temor o por incredulidad. Hay que recordar que la comunidad universitaria de la UNI es responsable de un proyecto de Nación. O nos asumimos promotores de una cultura democrática, fortaleciendo el debate franco, limpio, honesto, desinteresado o sucumbimos ante las amenazas, las argucias, las patrañas, la descalificación de los politicastros. La decisión es nuestra, no de ellos.


Dr. Juan Espinoza Cuadra
2004
México

No hay comentarios:

Publicar un comentario